martes, 7 de octubre de 2008

2+8=10... "Sola conmigo"..........................



He recorrido un camino inverso. La elección nunca ha sido del todo libre. Decirlo tal y como es: odié la vida quizá desde que mi conciencia comprendió que no era precisamente mía. La muerte se acerca y siento el desenvolvimiento de una oscuridad reptante. No hay angustia, acepto el sinsentido, quisiera celebrarlo en soledad.
Estoy sola conmigo como siempre, más la tristeza me ha dejado vacía y colmada de sentimientos tan plenos como la certeza de que todo se desvancecerá igual que el polvo de mi andamiaje material No tengo miedo. Es el único balance posible en esta rueda de fortunas incomprensibles. El enigma es hasta dónde podré girar, hasta cuándo la fé hará estos vuelcos que parecen llevarme a una maestría nunca hecha, aquella que pauta la levedad de los proyectos y la inmanencia poderosa de mi instante.
Soy fuerte, mi muerte ofreció el reverso de las cosas.
Junto a mi crece la posibilidad de mi imposible.

Twenty eight, just one year to figured out nine.





lunes, 6 de octubre de 2008

Denueve:repulsión, ansía y placer.


Pollanski abre la camara en blanco y negro para encontrar la figura de sombras: mujer de ojos tristes y elegancia gélida... la repulsión comienza el descenso a la locura.
La mujer es frígida, no sabe amar. Espera que le amen por la culpa que viene desde lejos. La han abandonado. Esa mujer recuerda la niña que sólo sabía de un padre por el cual todo se había transformado, un padre ausente que había causado la maldad en esa madre de largos cabellos como ondas serpenteantes de mar que inunda.
El faro persiste en la imagen, un faro al que la niña huía cuando los huracanes llegaban. Un día colocó el mentón sobre el marco de la ventana que permanecia abierta en lo alto del edificio, un clavo sobresalía pero la niña dejó caer su cara sin esperar esa penetración lacerante que atravesaría toda la piel para entonces quedar rasgando su lengua. La sangre había encontrado un flujo entre las vigas de madera apolillada, despegar el mentón del instrumento oxidado provoco que su cuello se impregnara del rojo, todo era un río de dolor manando de su boca, las manos no podían evitar que el líquido empapara su vestido. Bajó las escaleras dejando el rastro de sangre.

La cicatriz aún la conserva y ha hecho que tenga un hoyuelo demasiado pronunciado al final del ángulo que rompe su cara. La mujer siente repulsión por la vida y a pesar de ello no permite que la muerte juegue con ella. Ha decidido vivir para persistir en el ansía de un placer nunca consumado. El resentimiento del mundo habita dentro de su vientre, sus piernas jamás se abren para el placer sino sólo para la verguenza. Su rostro jamás será visto por nadie, vive entre las redes neurales de sus piernas, sus ojos permenecen entrecerrados como labios ausentes de suspiros. La mujer nunca habrá de mirarse más allá del pudor de un abandono incomprensible.
Eva en el fin del mundo...

My death: "nine sacrifices"... your life.



My death waits like a witch at night

as surely as our love is bright

let's not think about the passing time...


But whatever lies behind

the door... there is nothing much to do...

angel or devil, I don't care forin front of that door...there is you.

Yes...Bowie is playing for me this song, this night, this sorrow of three years ago, this mountain of pain that i still feel on my belly... there is a little finger pointing out: there wasn't a rock and roll suicide, it was just my death, the glorious ironic angel and devil of death wanting to get me twice.
Hace tres años veía la escalera de mármol en forma de breve espiral.
Observaba desde arriba, con mis garras aferradas al metal del barandal, entre sollozos incontenibles miraba mi cuerpo abajo, en los escalones, quizá con suerte golpeando contra las puertas de cristal viscelado con rosas... por suerte podría quizá caer muy mal y desnucarme.

-Que palabra más extraña es esa-.

Era una madrugada como esta, "daban el grito", la ironía era el colmo de la desesperación, un cliche dentro de una humanidad que ya sólo es en sí misma un terrible lugar común. El telefono estaba descolgado, casi inerte después de los golpes que le había dado contra la pared. El silencio era ese grito de estúpida alegría en las calles, "viva...", los perros acompañaban la ruptura fenómenal de mi grito inaudible con sus ladridos en fuga y queja, los petardos que volaban a pesar de no ser permitidos eran estruendos insignificantes a comparación del aullido que sentía yo entre mis ojos, nunca antes comprendí lo que era escuchar con la mirada y observar con la piel amordazada el desfiladero del horror.

Nada tiene que ver el grito con lo que viene después. Nada sucede con lo que causa terror de un modo imaginario, los lobos que pueden despedazar la carne no son las bestias jadeantes de la televisión, ni siquiera una tragedia natural puede ser tan magnífica como aquella que nos corta en pedacitos, aquella que nos vacía la sangre y hace sentir que el corazón esta realmente expulsado a un territorio fuera del cuerpo. Vemos entonces un latir enrojecido, ciego y sordo ante cualquier realidad externa, dentro de eso que somos y llamamos cuerpo solo hay llamaradas de fuego que van consumiendo cualquier idea o pensamiento coherente.

Mi muerte eras tu y esperabas del otro lado del auricular que había dejado tirado sobre el piso, mi muerte eras tu cuando repetías las palabras que trazaban el tipo de caja funeraria donde iba a yacer. Que la muerte sea un inócuo "no puedo"... ¿es eso? No poder vivir... no querer respirar...no poder ver más que el escenario mejor posible y que ese sea entregarse de lleno al arrebato que una herida inesperada podruce: el miedo más insoportable hecho carne dentro de nosotros y la imposibilidad nunca prevista de que la otredad nos arroje a la muerte que tanto anhelabamos.

Estaba yo ahí tendida entre la sangre y la suerte de haber no sólo caído sino quizá roto mi cuerpo entre los cristales, era esa la equivocación sublime de mi muerte elegida por haber creído en la redención. Miraba desde las alturas y escuchaba el tono de "ocupado" en la maquina que nos había comunicado en medio de esa fiesta que llega con septiembre... el noveno mes anunciaba el veredicto: la vida y la muerte esperan detrás de esa puerta de dobles espejos, tu estas con la muerte detrás de la linea que suena como eco vacío, yo pretendo alcanzar la puerta y los reflejos de una vida más incontrolable y poderosa, algo que no estaba en mis manos destrozar.

Quería la muerte... en vez apareció una vida. Un soplo inaudito, un respiro en medio del líquido cortante que caía de mis manos y del tono de esa muerte que me ofrecías detrás del amor, angel o demonio sólo existías en un sueño permeado de locura, no era yo la que estaba detrás de tus pasos sino la incoherencia de dudar sobre si era mejor ser de esta manera irónica y lejana, esta concepción amorfa que nunca ha causado furor en ninguna parte. Pensé que había renunciado a mi muerte por otros, ahora sé que esa no era mi muerte sino a penas el comienzo de una vida propia, esa que va más allá de los confines de la otredad. Ser y existir más allá del amor u "ocupación" de los otros, ser un mar ahogado entre sangre furiosa y romperse aún más contra las rocas que nos han delineado.

Mi existencia en el mundo es una parodia de la intensificación de la vida. Mi muerte será igual de improbable que mi nacimiento. Tu nunca escucharás otra vez de mi, esa que entonces se veía morir desde lo alto de la escalera fue degollada en mil fragmentos, nada tenías que ver tu, sólo eras el ancla necesaria para comenzar el caos. Mi muerte será la confirmación de cualquier aporía, tarde o temprano estará otro tu deseando cambiar un guión que yo he escrito. Ese yo que dice con todas sus letras: mi muerte será el comienzo de aquella vida que olvidé, sé que no importa el ahora sino el ayer y su mañana.

Aquí y ahora sólo es ayer y mañana. La imposibilidad del ser fuera del mundo de su realidad temporal. Es posible pensarlo pero hay morir y nacer en la imagen de esa simultaneidad. Las historias en verdad son ciclicas, tanto como los agujeros negros que colapsan nuestra materia llena de fatiga. Mi muerte era un lento suicidio... todos queremos morir alguna vez... todos damos el último espolón cuando descrubimos que ante el temor deseamos en el segundo anterior a la caída final, pisar un escalón penúltimo en el descenso... tu muerte eres tu mismo, liberado por fin del yo (otro).

My death waits there among the leaves in magicians mysterious sleeves rabbits and dogs and the passing time... my death waits there among the flowers where the blackest shadow, blackest shadow cowers...

Lets pick lilacs for the passing time...

My death waits there, in a double bedsails of oblivion at my head so pull up the sheets against the passing time but whatever lies behind the door there is nothing much to do angel or devil....
i dont carefor in front of that door there is........................
(members of the audience shout, "Me") thank you.